El reportaje de fotos de una boda al atardecer en la Casa de Mónico
Conocimos a Esther por casualidad, gracias a su madre. Iba a un centro de rehabilitación cuando su madre y yo, Isa, comenzamos a hablar. Nos veíamos varios días en semana, y sentimos un feeling instantáneo. Varios años después, me llamó para decirme que su hija se casaba con un portugués, y que quería que fuéramos nosotras quienes hiciéramos las fotografías de la boda, ya que recordaba la pasión con la que hablaba de nuestro estudio de fotografía. Dicho y hecho.
Esther me enamoró desde el primer momento: una novia clásica, una mantilla con historia y un diseño de Valenzuela con estrellas en los puños, a juego con la tiara familiar del novio. Era la novia perfecta.
Esperamos que os guste su reportaje de boda en la emblemática Basílica de San Miguel y las fotos del atardecer de la Casa de Mónico.